Dr. Juan Bernal, Profesor del Departamento de Odontología Social de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y Jefe del Departamento de Salud Bucal del Hospital Nacional Cayetano Heredia, Lima, Perú.
Para el desarrollo de la enseñanza de Odontología en los Servicios Odontológicos, en el marco de la integración de la docencia con los Servicios Locales de Salud, se deben planear cuidadosamente las relaciones y actividades conjuntas de los programas académicos y de los programas de servicio. En esta integración hay dos "socios", los académicos y los profesionales de los servicios (en los SILOS). A continuación se revisan algunos aspectos de la interacción entre ambas partes y sus implicaciones para el éxito del programa de integración de docencia-servicio-comunidad.
Expectativas de la Docencia
Los docentes y los estudiantes tienen sus propias expectativas y consideraciones en relación con la integración de las actividades académicas con las de los servicios de salud. Entre sus expectativas se tiene:
· Ampliación del ámbito de trabajo académico a ambientes clínicos en los servicios de salud, usualmente públicos ( del Ministerio de Salud, Seguridad Social, en las Escuelas, etc.), que aunque suelen ser diferentes a los de las clínicas de la Facultad, significan también crecimiento de ambientes clínicos para la enseñanza; inclusive significan extender la influencia urbana y geográfica de las actividades de la Facultad.
· Oportunidad de desarrollo de experiencias de "aprendizaje en servicio" para la atención de salud a través de los programas del servicio de salud, que tienen un esquema de prioridades.
· Acceso a mayor casuística, tanto en cantidad, como en calidad, y complejidad.
En los servicios la demanda de atención de salud es alta y la casuística es variada: casos simples y complejos, de necesidades de prevención y de recuperación, de control de sanos y de atención de enfermos, de salud bucal y de salud general, de patología prevalente y no prevalente, de emergencia y de atención programada, de atención al paciente individual y a grupos poblacionales de la comunidad.
· Acceso a casuística usual y también a casuística poco frecuente o no convencional. Es decir a casos de afecciones bucales prevalentes y no prevalentes.
· Acceso a la problemática de salud más cerca de la realidad de los servicios y de la comunidad. Puede incluirse (si se considera conveniente) el enfrentamiento de actuación bajo limitaciones relativas de equipamiento y otras facilidades usualmente resueltas en el ambiente "docente" de las clínicas universitarias, pero que no siempre están resueltas en los servicios públicos. Incluye también acceso a características de la población como cultura, "status" socio-económico, saber popular en salud, etc.
· Oportunidad para el seguimiento integral e interdisciplinario en la atención de los problemas de salud bucal y general. Esto es, participación en programas de salud preventivo-recuperativos y trabajo interdisciplinario y multiprofesional, que en algunos casos es interinstitucional e intersectorial.
· Ampliación del ámbito para la investigación clínico-patológica, epidemiológica y operacional con inmediata utilidad de los resultados para la atención (servicios, situación de salud de la población y programas de salud).
Expectativas Frecuentes de los Servicios
La coordinación con la Universidad para la participación de docentes y estudiantes en las actividades de los servicios, genera también expectativas propias para las autoridades y profesionales de los servicios (desde la perspectiva de los servicios). Suele considerarse que la presencia de docentes y estudiantes universitarios en actividades de aprendizaje en servicio, puede llegar a significar:
· Apoyo para el incremento de la cobertura de los servicios.
· Apoyo para la mejora de la calidad de la atención en los servicios. Se entiende que la participación de especialistas de la universidad en los servicios, permitirá elevar la capacidad resolutiva del servicio, el que podrá ofrecer atenciones mas complejas sin tener que referirlas.
· Elevación del prestigio o status del servicio, por su vinculación operativa con una Universidad o Facultad.
· Mejores oportunidades para la educación continua o especialización de los profesionales del servicio (in situ, y/o en el campus universitario) con apoyo de la Universidad.
. Oportunidad de vinculación del profesional del servicio con la docencia universitaria. Muchos profesionales de los servicios aspiran a tener un nivel académico y acceso a la docencia en la universidad. Sea por vocación, oportunidad, o por considerar que la integración de las actividades académicas y de servicios "convierte" a los profesionales de los servicios en docentes, dichos profesionales consideran apropiado se les brinde la oportunidad de incorporarse formalmente en la docencia sin perder su posición de profesionales del servicio.
Aspectos Críticos
Se debe tener presente que junto a las expectativas enunciadas, pueden coexistir o surgir algunas situaciones que pueden representar inconvenientes para el éxito de la integración docencia-servicio. Algunas de ellas son: en algunos académicos, puede existir o surgir una actitud prejuiciada o negativa respecto de la capacidad de los profesionales de los servicios y respecto de la colaboración de parte de los servicios. También, algunos docentes pueden no tener experiencias previas, o no tener vocación, de trabajo en equipo interinstitucional, configurándose una disposición mínima para el trabajo en equipo docente-asistencial.
En los servicios, la presencia de docentes y estudiantes puede ser considerada como "recarga de trabajo", si el personal de los servicios solo considera que requerirá dedicar tiempo adicional a las coordinaciones, supervisión, preparación de informes adicionales y a resolver problemas o complicaciones generados por la presencia de docentes y estudiantes.
Es, pues, posible, que las relaciones de la docencia y el servicio se esten moviendo entre tales extremos, perspectivas positivas u optimistas y percepciones negativas o pesimistas. Por ello, se debe tomar en cuenta que todo lo que refuerce lo positivo del programa de integración, contribuye al éxito del proyecto y sus objetivos y la demostración de la bondad de la docencia-servicio. De otro lado, lo que genere problemas, aumentará o reforzará la percepción negativa de la vinculación entre la docencia y el servicio, atentando contra el éxito o buena marcha del programa o proyecto.
Recomendaciones
Con el objeto de garantizar la buena marcha del proceso de integración de docencia-servicio, así como de reforzar los aspectos positivos y de evitar o minimizar los tropiezos, se sugiere como conveniente:
· Formalización de la coordinación a través de convenios inter-institucionales (Universidad-Ministerio de Salud).
· Conformación de comités de coordinación mixtos (universidad-servicio) en todos los niveles, con docentes y funcionarios de los servicios con representatividad formal de sus respectivas instituciones de origen.
· Coordinación fluída y frecuente de los programas docentes y de servicio. Se requiere considerar la creación o desarrollo de mecanismos de coordinación para la conducción y operación conjunta de las actividades y para la solución de situaciones críticas o agudas, especialmente aquellas generadas durante el desarrollo del proyecto.
En las actividades de supervisión y evaluación debe participar personal de la docencia y de los servicios. Estos profesionales deben estar motivados, y ser idóneos y de competencia pertinente.
· No olvidar que la coordinación, especialmente en el nivel operativo, debe configurarse como una relación horizontal, de pares.
· Se requiere una previsión mínima para coordinar y resolver conjuntamente la problemática que aparezca en la actividad.
· Asegurarse de que se provea información frecuente a las autoridades (niveles superiores) tanto de los servicios como de la universidad. Esto permitiría la continuidad del apoyo político institucional al programa o proyecto, apoyo que podría desdibujarse por falta de información y coordinación frecuente en el equipo docente, para garantizar la coherencia de las actividades.
· La Universidad debería considerar la posibilidad de otorgar incentivos a los profesionales y servidores de los servicios de salud que participen en el programa de docencia-servicio (incentivos económicos, oportunidades de capacitación, oportunidades de participación en investigación, etc.).
· Se debe estabelecer canales de información a la población de usuarios de los servicios. La población participante debe también estar informada del programa, o del inicio del programa, para poder participar activamente en áreas de apoyo a la marcha del programa, e inclusive para participar en las coordinaciones y decisiones que requieren su presencia.